Saturday, April 25, 2015
I couldn't sing the body electric
I couldn’t sing the body electric
There are some things that are
So traumatic in my past
I don’t even fully remember them
Lady Gaga
Many hundred of miles away from the mind
Thousand of years light from the island
A man was at work in the Old Continent
Experimenting with cause and effect
Succeeding in conditioning canine responses
Electricity or vomiting
Were the two options
Sitting tight on a narrow chair
The small office had a stack of magazines
Behind me the interrogator narrated scenes
The wiring on my pelvis wasn’t uncomfortable
The two options
Were vomiting or electricity
When science and myrrh collide
The effect can be effective
To assist the doubtful with reassurance
Or make believe that all is well
Or will be well
Electricity or vomiting
Were the two only options
The arousal quiet but firm arrives
While his voice galloping behind me
Insists that the men in the pictures were
Touching, kissing, fucking me
And I could only choose
Electricity or vomiting
On purpose deconstructing a life
Making me file for divorce with friends
Listing my likes and dislikes so they could choose
Offering my virgin soul for them to try
The electrodes were moved upwards
The voltage had to be increased around the nipples
Apparently my skin had rejected the torture
And his voice had lost his power
I could not sing the body electric
For my body was electrified to disconnect me
To make me believe what I was not
So the crowd would be pleased
But the touch eventually returned
Clean, clear, majestic
Feeling was once again on
Aversion therapy was averted.
Friday, March 23, 2012
Deseo, Sensualidad y Erotismo en la Poesia de La Mujer Dominicana en los EEUU
Para Annie Kushner, Cucha Tejada, Tatica Meneito, Rosa, Sasana, Margarita, Mabel Valeriano, Thelvia Acevedo, Rosario Ventura, Rosynn Moreno y Gladys Gould…. A quienes amé de una u otra manera, por si lo quieren….
La visión de la sexualidad a la que nos vamos a referir es sobretodo y más que nada a la que se refiere al placer. La sexualidad asociada a la reproducción de las especies no nos interesa para esta critica.
La feminista Yasmin Tambiah en su estudio “Sexualidad y Derechos Humanos” la define así: “la sexualidad es la amplia gama de sentimientos y experiencias eróticas que una persona experimenta en la relación consigo misma o en interacción con otros, en la que esta interacción puede tener lugar entre personas de sexos biológicos similares o diferentes.” Pero la sexualidad no existe sin especificidad. Michael Klein en su entrevista con Steve Fellner en el Lambda Lit Review establece que “la personalidad de la sexualidad es el deseo.”
Vamos a conducir este examen, que de paso vale decir NO ES EXHAUSTIVO, por el camino del erotismo heredado de la antigua Grecia y guiado por el dios Eros en cuyo reino se celebraba el gozo del placer y la sexualidad per se. Como subyacente teoría vamos a recurrir a la visión del filósofo Francés de la Revolución del 68’ Herbert Marcusse quién en su libro Eros y Civilización cuestionó las relaciones corporales del sistema capitalista mientras criticaba acertadamente la funcionalidad del cuerpo y la reaccionaria imposición de la civilización capitalista a nuestra sensorialidad. Según Marcusse el sistema capitalista necesita que nos despojemos de toda aquella sensibilidad que no tenga nada que ver con la producción de bienes materiales y/o la reproducción de las especies. El cuerpo es una máquina para producir y reproducirnos. Tenemos que aceptar esa realidad para ser funcionales dentro del sistema. En vez de recobrar TODOS nuestros sentidos para disfrutar la vida tenemos que despojarnos del sentir y vivir sobretodo y mas que nada para producir y reproducirnos! Como bien dice Bertrand Russell “Sabemos demasiado y sentimos muy poco.” Otro importante filósofo de la sexualidad moderna nos alumbra el análisis crítico y progresista de la sexualidad. En su libro La Revolución Sexual, Wilhelm Reich argumentó que la sexualidad humana era mucho más que el encuentro físico de dos personas y propuso que re-entendiéramos la sexualidad como generación y liberación de energía cósmica. Más que nadie mas, es el pensador francés, Michael Foucalt, quien mas nos ha influenciado en nuestra visión del placer. De los tres volúmenes de La Historia de la Sexualidad, el segundo volumen titulado El Uso del Placer, es esencial para entender cual es mi aproximación a este tema tan interesante y tan controversial. Pero parafraseando a Oscar Wilde me atrevo a subrayar que lo único que genera interés es crear escandalo.
Debo hacer una pausa y hacer mención de las diferencias a las que más tarde tendremos que referirnos cuando estudiemos el erotismo y/o la sensualidad en los textos. Debido a razones que están fuera de nuestro control, vamos a tener que enfocar mucho de nuestro anal-isis a la más practicada vertiente del erotismo poético en la comunidad Dominicana en el exilio, el denominado hetero-erotismo.
El discurso con el que trato esta investigación está per-meado, por supuesto, por una interpretación progresista de lo femenino puesto que a mi entender la concepción de la sensibilidad femenina (y que conste que aquí no estoy sugiriendo que existe una estética feminista) viene del género y no como resultado del sexo biológico. En otras palabras: Anatomy Is Not Destiny!!!
Debemos también aclarar, por razones metodológicas, que no existe una cartografía del erotismo y mucho menos una geografía del placer. Por lo tanto algunos de mis hallazgos y/o aseveraciones podrían ser consideradas erradas o por lo menos desatinadas. Donde yo veo erotismo otras verán vulgaridad, donde yo encuentro un elemento sensual otras consideraciones se podrían elucidar. La frontera entre lo pornográfico y lo sensual existe solamente en la mente de quienes critican una pintura, un poema, una coreografía o un cuento.
Sin embargo hay otro punto muchísimo mas importante. Antes de encender la chispa de la hoguera del anal-isis de dicha realidad poética tenemos que recordarnos, una vez más y desafortunadamente, de donde venimos, para poder descifrar y entender lo que escribimos y como lo hacemos.
Nosotr@s venimos de una matriz cultural cuyo común denominador es la castración social y sexual como consecuencia de la colonización que sufrimos de los españoles. Los Ibéricos nos impusieron su religión católica y con esta la abominable moral judeo-cristiana versión Española. Es decir, la ideología de la Inquisición Española del 1478. Los trágicos 31 años de fascismo Trujillista empeoraron el panorama aun más. Dominicanamente hablando no se nos permite identificarnos y mucho menos asumirnos como seres humanos sexuales. Nuestra identidad viene de una nacionalidad de lo que no somos, pero de la bandera, o de nuestro apellido, o peor todavía de la tonalidad del color “indio” de nuestra piel. Aún más, la autoritaria cultura Dominicana (he argumentado en mi ensayo A Propósito de Bolitas) se ha quedado al margen del avance y de la apertura social y cultural que otras sociedades Caribeñas y Latinoamericanas han experimentado en la modernidad por muchas razones que no tengo el tiempo de enumerar aquí. Resumiendo: las condiciones para la sobrevivencia moral, profesional y social de la malévola Dominicanidad están claras. No se habla, no se escribe, no se pinta, y mucho menos se danza para celebrar el sexo, el deseo y el placer. La asqueante doble moral de la cultura Dominicana impone que las dominicanas se “des-toto-izen”, como Junot Díaz ha apuntado muy certeramente en La Breve y Maravillosa Vida de Oscar Wao! (Proceso al que anterior a Junot ya yo había denominado “des-tota-lizacion.) Y por supuesto, como consecuencia de estas circunstancias nos auto-censuramos para que se nos respete, para que se nos publique, para que se nos incluya en las ferias de libros, se nos presente en las bienales y en las galerías de arte, en fin, para poder trabajar como artistas. No debemos olvidar ni por un instante que la mujer y sus posibilidades creativas sufren el doble de esta degradante doble moral!
Como corolario se podría inferir que no nos queda mas remedio que abandonar la búsqueda de evidencias; dudar que existen; o minimizar las posibilidades de encontrar, en la abundante y variada creación poética de la mujer dominicana en los EEUU, vestigios de sensualidad, sexualidad, deseo o erotismo!
Procede pues, en este momento, añadir la mas importante variable a la permutación irresuelta que tenemos por delante: la inmigración! Inmigrar nos ofrece luminosas posibilidades. Separarnos, alejarnos, aunque sea físicamente de esa media isla, infierno católico-apostólico y romano, nos brinda una deliciosa peligrosidad: re-descubrirnos, aceptarnos, asumirnos, escribirnos y describirnos en la diáspora. Es entonces cuando el licor con el que se embriaga la literatura en general y la poesía en particular, se desborda de las antiguas ánforas donde nos sirvieron el maldito Kool-Aid y las palabras de pronto nos envaginan, con ellas bebemos líquidos antes innombrables; nos analgamos; la cueva y el túnel adquieren texturas húmedas referentes y referenciales, los obeliscos del Trujillato inspiran a Príapos ; copulamos los verbos en vez de conjugarlos; En otras palabras nos a-cogemos, nos sinoni-mamamos, nos a-glandizamos. Erotizadas, sobrepasamos las limitaciones culturales y la hipocresía que el ghetto reproduce ciegamente. Como bien lo dicen las escrituras y parafrasear a San Juan, el del Nuevo Testamento: “Conocereis la vulvad y la vulvad os hará libres”.
Penetremos pues esta terra incógnita:
Podría argumentarse, y hasta cierto punto racionalizar, que la localización natural de signos o símbolos referentes a la sensualidad y al erotismo se hallan sola y mayormente en los poemas de amor y desamor. Sin embargo, no siempre es así. En Raga del Tiempo, el poema socio-político Son Para un Negro que No Esta Solo describe la semi-esclavitud de los haitianos en los bateyes Dominicanos, y Osiris Mosquea canta sus penas sin olvidarse de la piel y sus posibilidades: “Cuando el trapiche calla/el negro se tiende sobre el lino duro del bagazo por colchón/se estremece de ternura al lado de su negra.” Para mas adelante agregar que: “tras los conjuros del amor/el negro se olvida del trapiche/besa la noche toda suya.” En “Palo y Astilla” Josefina Báez nos dice en Dominicanish: “Terminé el active harrasment, pasándole la lengua por la nuca y con una mordidita en la oreja derecha. Como se le hace a un amante conocido.” Por su lado Maitreyi Villaman Matos, mientras describe la desolación urbana en el Sur del Bronx acierta: “la nieve era el manto perfecto/escondite disfrazando el rosario de terrenos baldíos/y la procesión de neveras, gomas, muchas gomas/camas ahora sin amantes/clamando por ese calor humano/hacedor de éxtasis, bebes y placeres….”
La exuberancia que produce el lenguaje de la naturaleza es una de las herramientas más que sugerentes para expresar la sensualidad femenina y quien mejor que “La Reina del Bronx” para ofrecernos una muestra que señala la importancia del erotismo en su poética. Miriam Ventura cantando al cuerpo nos dice: “me detengo en un punto egocéntrico de la cascada/cumplo con cinco puntos cardinales/ húmeda, corporal, sensitiva/la ropa pegada advierte de mí lo laberíntico.”
La trasgresión social que más me divierte y atrae en la literatura, es la valiente subversión de “la moral y las buenas costumbres.” Este desafío se presenta en más de una ocasión en el segundo libro de Karina Rieke “Mitología del instante” y especialmente en el poema que he escogido: “Apología del deseo” el cual presenta lo que podría considerarse una de las tautologías más interesantes de su sensualidad poética y de la visión Riekiana del erotismo femenino. Escribe la Rieke: “Acabo de morirme con tu muerte/cuando tu verbo toca la franja oscura de mi pelvis/destello que presencia los asombros salvajes/que disuelves en mi/liberándote/dibujando paisajes que prometen acoger mi cuerpo/seducido por salmos del deseo….. Suaviza mis aromas con el paladar/que es presente en todo el tiempo/en el orificio donde guardo tus ternuras/en el espanto de saber querer mas…. Polvorízame la boca con tus besos/para morir en el instante que sonrío/que reclamo/que soy monte…. Ven como instrumento/solo con el tacto/con la exhalación precisa/que te haga susurrar tus gemidos/en mi lengua/y tócame aquí/en lo correcto.”
Ya que entramos en la materia de la exploración corporal hemos encontrado que la masturbación femenina parece ser muy popular en las manos de estas poetas dominicanas. En “A través de mis ojos” Rieke canta irremediablemente: “Me miro a mi misma/a través de mis ojos/y descubro mi propia soledad/enroscada abrazo mi cintura/posiciono mis labios/quietos/suaves/entreabiertos/donde solo queda el deseo/esperando proporcionada/sujeto tu imagen/entre mis piernas…. Ambiciones blandas/se reintegran horizontales/y perfectamente entran/donde acontecen mis ganas… delineando suaves/mis tejidos/que danzan en su propio zumo.” Miriam Ventura por otro lado describe vehementemente en su poema “El Pulgar A La Intemperie” como sus dedos juegan con sus aceites. Sin embargo, es Osiris Mosquea en uno de sus poemas más visionarios quien nos ofrece una versión política de la auto-exploración de su cuerpo. Con “En tu piel quedó la espera” Osiris al igual que Karina Rieke declara que la mujer debe auto-afirmarse, auto-amarse y olvidarse de las caricaturas con las cuales el azaroso patriarcado la desfigura cuestionando de paso uno de los instrumentos mas efectivos para manipular las mujeres, la psicología: Escribe Osiris: “Cuando en las noches de insomnio decidas explorar tu cuerpo/saber porque mereces ser amada como a nadie todavía…..te meterás al bolsillo toda la doctrina de Freud…. Y desnuda tocarás tus pechos/cuando redimas el verbo en tu carne…. Serás tan feliz que trocaras faros por estrellas.”
Insisto en la popularidad del auto-erotismo y me honra presentarles estos versos, los cuales fueron mi verdadero coupe de foudre:
“no le mientas a tu cuerpo/es tan hermoso reconocer lo que gozamos/lo que a cada ratito nos hace pensar que si existimos…. No ignores a ti misma tus verdades/es tan divino desnudarnos descubrirnos/sin hacer guerra entre los sexos” Cualquier narrativa para explicar o analizar estos versos de Yrene Santos sobra ante el avasallamiento de los sentidos contenido en su poema: “Cuantas veces te lo voy a decir Teresa!”
La consideración de lo que es moral o inmoral en la literatura de la mujer -como hemos sugerido anteriormente aunque de manera tangencial - es parte integral de la valoración subjetiva de cada critico, o experta en la materia. En el prólogo del libro de Yrene Santos ya mencionado, El Incasable Juego, su eminencia gris Doña Daisy Cocco de Filippis se arrodilla ante el relicario en el que se venera la falaz hipocresía social Dominicana cuando escribe que este libro hay que verlo “por encima de lo prosaico, o mejor dicho elevando lo prosaico a nivel poético.” Quisiéramos poder entender que hay de prosaico en la belleza de estos versos de Yrene Santos cuando con un humor inesperado nos enrostra: “quise descender dando vueltas y mas vueltas en el suelo recién húmedo, recién satisfecho de amor pero no pude; …. entregándome, sacudiéndome, revolcándome…. No quise huir. Alli era feliz. Ese temblor de mis huesos quebrándose quebrándome, haciendo gárgaras suavecitas allá (donde usted sabe) donde se conjugan sabores; donde luego de creer que todo es sal por los sudores descubre que es azúcar, solo azúcar”
La excepcionalidad es refrescante y mucho mejor aun si por pura coincidencia suscita sorpresa sobretodo cuando se refiere a lo que uno ansia y espera poder encontrar en una autora. Pues bien después de mucho hurgar entre incontables paginas, poemas y títulos casi finalicé el libro “Claves para fantasmas” encontrándome de sopetón con este poema de Miriam Ventura: “Como quinceañera en estado fervoroso/la he recorrido de izquierda a derecha Viceversa…. A golpes de tacto me la disuelvo en movimientos rápidos… No temo a sus enjambres/ Su Muchedumbre cuando besa/ me predispone a lecturas sobre identidad o sexo/ me sitúa mas allá de etnias No me quejo/Este momento que me aleja de ella/me hace amarla tal y como yo quisiera que fuera.” La intención de ese poema, titulado “Con el fantasma de la opera a cuestas” es sugerentemente lesbo-erótica. Que conste que el tema esta tratado por la Ventura de manera muy sutil y sublimizadamente como cuando la Yrene Santos declara que: “alguien me toco el pubis, los senos, la espalda…. y me deje llevar”. Creo que he finalmente descubierto el tesoro al final del arcoiris.
La Dominicanidad de Julia Álvarez ha sido cuestionada seriamente por quien fuera mi mentor el Profesor y escritor Italo-Dominicano Giovanni Di Pietro. Aun así he querido indagar en su poética pues, a fin de cuentas, ella es la escritora Dominicana mas vendida en los Estados Unidos. En su poemario “The Other Side” y específicamente en “Poems of Joe” Julia compara su cuerpo con un libro en el poema “Bookmaking.” Alli Julia le pide a su amante Joe que la tome en sus manos y que la parta, como si fuese un libro, en la pagina exacta para ser leída…..
Ex profeso he querido dejar para este punto los versos de Yvelisse Fanith porque los mismos reflejan con gran exactitud la ambivalencia de lo que son mis reflexiones finales: “Quiero saber a que sabe/el tenerte entre mis brazos/ y sentir entre suspiros como penetras mi ser/y a compases entrecortados disfrutar de ese placer/de ese placer que se siente cuando el alma peca/quiero gemir en silencio y que tus manos me recorran/todo mi cuerpo/hasta juntar con mi boca/tu boca en un eterno beso…….. Quisiera hacer tantas cosas/y jamás hago ninguna…/Maldito miedo a la vida/que pasa sola en silencio/dejando un amor amargo e incurables heridas” Deseo concluir indicando que después de muchas y múltiples lecturas, y aunque parezca pedante, este es un tema que merece mucho más que una breve critica como esta. Necesitamos una colección, a modo de antología, para ser más justas con las escritoras dominicanas en los EEUU.
Con felicidad genital he encontrado -pues es más que evidente- que existen fuertes y serias intenciones en la escritura de estas mujeres en la diáspora hacia la exploración incontenible de su sexo, su sensualidad, deseos y erotismo. A pesar de los pesares las poetas del exilio se atreven y arre-meten contra el status quo de la Dominicanidad. Además muchos de sus ardientes versos cuestionan sin ambages su propia marginalidad a través de las texturas sensoriales de sus poemas eróticos. Amotinadas contra el sentido común que trata de silenciarlas, amedrentándoles los esfínteres y sus esplendidos destellos, las poetas ofrecen sus poemas como si fueran ostias en los altares de la carne ofreciéndonos una nueva comunión y re-convertirnos. De esa manera, y aunque no se lo proponen, crean ipso facto nuevos cuestionamientos que erosionan la mentalidad tradicional Dominicana para que los cirios incandescentes con los que la Catolicidad caduca celebra sus aniversarios el 21 de Enero adquieran interpretaciones alternativas y que dichos objetos no sólo se vean como velones enormes y erectas frente a los crucifijos y los martirologios altagracianos.
Me han salido al encuentro dulces sabores totalmente desconocidos pero muy presentes en los cócteles explosivos que nos brindan sus textos, sub-textos y la magia de sus imaginaciones inauditas…..! La historia les absolverá las limitaciones de sus onomatopeyas, lirismo y metáforas abstractas que tantas veces terminan siendo rebuscamiento innecesario para ofuscar la verdad:
1) Que es legítimo disfrutar y celebrar el placer y 2) que nuestro cuerpo tiene posibilidades desconocidas por nosotras hasta ahora y que estamos dispuestas a explorarlas sin culpa!
No quiero dejar pasar que es también cierto que hay mucho de cursi en la poética de las poetas dominicanas en la diáspora lo cual es una verdadera pena pues muchos de esos poemas cuando se leen se sienten amordazados por quienes deberían estar liberándolos: Fenómeno que yo he bautizado como “sensualidad de telenovela.” Parecería como si estas amazonas estuvieran sin control del animal de paso fino en el que finalmente se subieron. Quizás le temen a la rabia del jinete desbocado de la re-puta-ción!!
Mis mas fervientes deseos es que continúen y profundicen su discurso negando “el maldito miedo a la vida” con la serena prodigalidad con la que Yrene Santos llama a: “Jugar con la palabra/y amanecer con el monte húmedo mi pecho ávido y mis manos como hormigas construyendo una realidad que será eterna.” Y que vibremos para siempre con la Maitreyi cuando nos canta en el poema La Noche de Anoche:
“Me felicito/aplaudan las multitudes de esclavas/les quiero dedicar la noche de anoche/revelación maravillosa/donde con voz temblorosa la penumbra salió de su asiento/cuando dijo contestando la demanda: Cometelo con un: Si tu me lo comes a mi!
Amén!
Bibliografía
- Yvelisse Fanith, Orígenes y Tiempos
(R.D.: Mediabyte, S. A. Mayo 2005)
- Claribel Díaz, Ser del Silencio
(USA: Essential Icon Press, 2003)
- Osiris Mosquea, Raga del Tiempo
(R.D.: 2009)
- Elsa Batista, Puerto del Deseo
(Santo Domingo: Mente Editorial, Febrero 2004)
- Karina Rieke, Semejanza de lo Eterno
(Editora Búho: Santo Domingo, Octubre 2003)
Karina Rieke, Mitología del Instante
(San Juan, Puerto Rico: Isla Negra Editores, 2009)
- Raquel Virginia Cabrera,
(USA: Ediciones El Salvaje Refinado, USA 2006)
- Yrene Santos, El Incasable Juego
(Santo Domingo, Republica Dominicana: Editorial Legra Grafica 1997)
- Carmen Dinorah Coronado, Interioridades
(US: Ediciones MC)
- Miriam Ventura, Claves Para Fantasmas
New York: Ediciones Alcance, 1996)
Miriam Ventura, Poemas de la Reina del Bronx River
http://www.escritoresdominicanos.com/bronxriver.html
(Accessed January 2010)
- Álvarez Julia, The Other Side
(USA, Plume, December 1, 1996)
- Giovanni Di Pietro, La Dominicanidad de Julia Álvarez
(San Juan, Puerto Rico: Editora Imago Mundi, 2002)
- Daisy Cocco de Filippis, Sin Otro Profeta que su Canto
(Santo Domingo: Editora Taller, 1988)
- Yasmin Tambiah, Sexuality and Human Rights. From Basic Needs to Basic Rights: Women’s Claim to Human Rights.” In Women Law and Development
http://www.convencion.org.uy/08Debates/Serias1/Yasmin%20Tambiah.pdf
(Accessed December 2009)
- Herbert Marcuse, Eros and Civilization
(Boston, MA: Beacon Press, 1974)
- Maitreyi Villaman Matos, BX15 A Poetic Journey
(New York: La Maga Press, 1997)
- Mirelle Palmansa, Dimensiones del Alma
(USA: Editora Kalasa, 2007)
- Rosa Saldaña, Pasiones
(Republica Dominicana: Dolphins Editorial, 2008)
- Marisol Espaillat Pineda, Aroma de Sol
(USA: Ediciones El Salvaje Refinado, 2004)
- Junot Díaz, La Breve Y Maravillosa Vida de Oscar Wao
(USA, Vintage Español, Random House, 2008)
- Wilhelm Reich: The Sexual Revolution: Toward a Self Governing Character Structure
(The Wilhelm Reich Infant Trust Fund, 1971)
- Marianela Medrano, Curada de Espantos
(Madrid: Ediciones Torremozas S.I. 2002)
- Miriam Mejia, Garabatos en Purpura
(USA: Cayena Publications, 2007)
- Chicago Manual of Style
http://www.chicagomanualofstyle.org/home.html
(Accessed January 2010)
- Jean Michael Foucalt, Historia de la Sexualidad
Editorial XXI, 1998
- El Nuevo Testamento Según San Juan
Capitulo 8 Versiculo 32
- Klein, Michael & Fellner, Steve
http://www.lambdaliterary.org/features/03/12/divining-gay-poets-some-talk-about-sex-the-soul-and-career/
(Accessed on 3/22/2012)
La visión de la sexualidad a la que nos vamos a referir es sobretodo y más que nada a la que se refiere al placer. La sexualidad asociada a la reproducción de las especies no nos interesa para esta critica.
La feminista Yasmin Tambiah en su estudio “Sexualidad y Derechos Humanos” la define así: “la sexualidad es la amplia gama de sentimientos y experiencias eróticas que una persona experimenta en la relación consigo misma o en interacción con otros, en la que esta interacción puede tener lugar entre personas de sexos biológicos similares o diferentes.” Pero la sexualidad no existe sin especificidad. Michael Klein en su entrevista con Steve Fellner en el Lambda Lit Review establece que “la personalidad de la sexualidad es el deseo.”
Vamos a conducir este examen, que de paso vale decir NO ES EXHAUSTIVO, por el camino del erotismo heredado de la antigua Grecia y guiado por el dios Eros en cuyo reino se celebraba el gozo del placer y la sexualidad per se. Como subyacente teoría vamos a recurrir a la visión del filósofo Francés de la Revolución del 68’ Herbert Marcusse quién en su libro Eros y Civilización cuestionó las relaciones corporales del sistema capitalista mientras criticaba acertadamente la funcionalidad del cuerpo y la reaccionaria imposición de la civilización capitalista a nuestra sensorialidad. Según Marcusse el sistema capitalista necesita que nos despojemos de toda aquella sensibilidad que no tenga nada que ver con la producción de bienes materiales y/o la reproducción de las especies. El cuerpo es una máquina para producir y reproducirnos. Tenemos que aceptar esa realidad para ser funcionales dentro del sistema. En vez de recobrar TODOS nuestros sentidos para disfrutar la vida tenemos que despojarnos del sentir y vivir sobretodo y mas que nada para producir y reproducirnos! Como bien dice Bertrand Russell “Sabemos demasiado y sentimos muy poco.” Otro importante filósofo de la sexualidad moderna nos alumbra el análisis crítico y progresista de la sexualidad. En su libro La Revolución Sexual, Wilhelm Reich argumentó que la sexualidad humana era mucho más que el encuentro físico de dos personas y propuso que re-entendiéramos la sexualidad como generación y liberación de energía cósmica. Más que nadie mas, es el pensador francés, Michael Foucalt, quien mas nos ha influenciado en nuestra visión del placer. De los tres volúmenes de La Historia de la Sexualidad, el segundo volumen titulado El Uso del Placer, es esencial para entender cual es mi aproximación a este tema tan interesante y tan controversial. Pero parafraseando a Oscar Wilde me atrevo a subrayar que lo único que genera interés es crear escandalo.
Debo hacer una pausa y hacer mención de las diferencias a las que más tarde tendremos que referirnos cuando estudiemos el erotismo y/o la sensualidad en los textos. Debido a razones que están fuera de nuestro control, vamos a tener que enfocar mucho de nuestro anal-isis a la más practicada vertiente del erotismo poético en la comunidad Dominicana en el exilio, el denominado hetero-erotismo.
El discurso con el que trato esta investigación está per-meado, por supuesto, por una interpretación progresista de lo femenino puesto que a mi entender la concepción de la sensibilidad femenina (y que conste que aquí no estoy sugiriendo que existe una estética feminista) viene del género y no como resultado del sexo biológico. En otras palabras: Anatomy Is Not Destiny!!!
Debemos también aclarar, por razones metodológicas, que no existe una cartografía del erotismo y mucho menos una geografía del placer. Por lo tanto algunos de mis hallazgos y/o aseveraciones podrían ser consideradas erradas o por lo menos desatinadas. Donde yo veo erotismo otras verán vulgaridad, donde yo encuentro un elemento sensual otras consideraciones se podrían elucidar. La frontera entre lo pornográfico y lo sensual existe solamente en la mente de quienes critican una pintura, un poema, una coreografía o un cuento.
Sin embargo hay otro punto muchísimo mas importante. Antes de encender la chispa de la hoguera del anal-isis de dicha realidad poética tenemos que recordarnos, una vez más y desafortunadamente, de donde venimos, para poder descifrar y entender lo que escribimos y como lo hacemos.
Nosotr@s venimos de una matriz cultural cuyo común denominador es la castración social y sexual como consecuencia de la colonización que sufrimos de los españoles. Los Ibéricos nos impusieron su religión católica y con esta la abominable moral judeo-cristiana versión Española. Es decir, la ideología de la Inquisición Española del 1478. Los trágicos 31 años de fascismo Trujillista empeoraron el panorama aun más. Dominicanamente hablando no se nos permite identificarnos y mucho menos asumirnos como seres humanos sexuales. Nuestra identidad viene de una nacionalidad de lo que no somos, pero de la bandera, o de nuestro apellido, o peor todavía de la tonalidad del color “indio” de nuestra piel. Aún más, la autoritaria cultura Dominicana (he argumentado en mi ensayo A Propósito de Bolitas) se ha quedado al margen del avance y de la apertura social y cultural que otras sociedades Caribeñas y Latinoamericanas han experimentado en la modernidad por muchas razones que no tengo el tiempo de enumerar aquí. Resumiendo: las condiciones para la sobrevivencia moral, profesional y social de la malévola Dominicanidad están claras. No se habla, no se escribe, no se pinta, y mucho menos se danza para celebrar el sexo, el deseo y el placer. La asqueante doble moral de la cultura Dominicana impone que las dominicanas se “des-toto-izen”, como Junot Díaz ha apuntado muy certeramente en La Breve y Maravillosa Vida de Oscar Wao! (Proceso al que anterior a Junot ya yo había denominado “des-tota-lizacion.) Y por supuesto, como consecuencia de estas circunstancias nos auto-censuramos para que se nos respete, para que se nos publique, para que se nos incluya en las ferias de libros, se nos presente en las bienales y en las galerías de arte, en fin, para poder trabajar como artistas. No debemos olvidar ni por un instante que la mujer y sus posibilidades creativas sufren el doble de esta degradante doble moral!
Como corolario se podría inferir que no nos queda mas remedio que abandonar la búsqueda de evidencias; dudar que existen; o minimizar las posibilidades de encontrar, en la abundante y variada creación poética de la mujer dominicana en los EEUU, vestigios de sensualidad, sexualidad, deseo o erotismo!
Procede pues, en este momento, añadir la mas importante variable a la permutación irresuelta que tenemos por delante: la inmigración! Inmigrar nos ofrece luminosas posibilidades. Separarnos, alejarnos, aunque sea físicamente de esa media isla, infierno católico-apostólico y romano, nos brinda una deliciosa peligrosidad: re-descubrirnos, aceptarnos, asumirnos, escribirnos y describirnos en la diáspora. Es entonces cuando el licor con el que se embriaga la literatura en general y la poesía en particular, se desborda de las antiguas ánforas donde nos sirvieron el maldito Kool-Aid y las palabras de pronto nos envaginan, con ellas bebemos líquidos antes innombrables; nos analgamos; la cueva y el túnel adquieren texturas húmedas referentes y referenciales, los obeliscos del Trujillato inspiran a Príapos ; copulamos los verbos en vez de conjugarlos; En otras palabras nos a-cogemos, nos sinoni-mamamos, nos a-glandizamos. Erotizadas, sobrepasamos las limitaciones culturales y la hipocresía que el ghetto reproduce ciegamente. Como bien lo dicen las escrituras y parafrasear a San Juan, el del Nuevo Testamento: “Conocereis la vulvad y la vulvad os hará libres”.
Penetremos pues esta terra incógnita:
Podría argumentarse, y hasta cierto punto racionalizar, que la localización natural de signos o símbolos referentes a la sensualidad y al erotismo se hallan sola y mayormente en los poemas de amor y desamor. Sin embargo, no siempre es así. En Raga del Tiempo, el poema socio-político Son Para un Negro que No Esta Solo describe la semi-esclavitud de los haitianos en los bateyes Dominicanos, y Osiris Mosquea canta sus penas sin olvidarse de la piel y sus posibilidades: “Cuando el trapiche calla/el negro se tiende sobre el lino duro del bagazo por colchón/se estremece de ternura al lado de su negra.” Para mas adelante agregar que: “tras los conjuros del amor/el negro se olvida del trapiche/besa la noche toda suya.” En “Palo y Astilla” Josefina Báez nos dice en Dominicanish: “Terminé el active harrasment, pasándole la lengua por la nuca y con una mordidita en la oreja derecha. Como se le hace a un amante conocido.” Por su lado Maitreyi Villaman Matos, mientras describe la desolación urbana en el Sur del Bronx acierta: “la nieve era el manto perfecto/escondite disfrazando el rosario de terrenos baldíos/y la procesión de neveras, gomas, muchas gomas/camas ahora sin amantes/clamando por ese calor humano/hacedor de éxtasis, bebes y placeres….”
La exuberancia que produce el lenguaje de la naturaleza es una de las herramientas más que sugerentes para expresar la sensualidad femenina y quien mejor que “La Reina del Bronx” para ofrecernos una muestra que señala la importancia del erotismo en su poética. Miriam Ventura cantando al cuerpo nos dice: “me detengo en un punto egocéntrico de la cascada/cumplo con cinco puntos cardinales/ húmeda, corporal, sensitiva/la ropa pegada advierte de mí lo laberíntico.”
La trasgresión social que más me divierte y atrae en la literatura, es la valiente subversión de “la moral y las buenas costumbres.” Este desafío se presenta en más de una ocasión en el segundo libro de Karina Rieke “Mitología del instante” y especialmente en el poema que he escogido: “Apología del deseo” el cual presenta lo que podría considerarse una de las tautologías más interesantes de su sensualidad poética y de la visión Riekiana del erotismo femenino. Escribe la Rieke: “Acabo de morirme con tu muerte/cuando tu verbo toca la franja oscura de mi pelvis/destello que presencia los asombros salvajes/que disuelves en mi/liberándote/dibujando paisajes que prometen acoger mi cuerpo/seducido por salmos del deseo….. Suaviza mis aromas con el paladar/que es presente en todo el tiempo/en el orificio donde guardo tus ternuras/en el espanto de saber querer mas…. Polvorízame la boca con tus besos/para morir en el instante que sonrío/que reclamo/que soy monte…. Ven como instrumento/solo con el tacto/con la exhalación precisa/que te haga susurrar tus gemidos/en mi lengua/y tócame aquí/en lo correcto.”
Ya que entramos en la materia de la exploración corporal hemos encontrado que la masturbación femenina parece ser muy popular en las manos de estas poetas dominicanas. En “A través de mis ojos” Rieke canta irremediablemente: “Me miro a mi misma/a través de mis ojos/y descubro mi propia soledad/enroscada abrazo mi cintura/posiciono mis labios/quietos/suaves/entreabiertos/donde solo queda el deseo/esperando proporcionada/sujeto tu imagen/entre mis piernas…. Ambiciones blandas/se reintegran horizontales/y perfectamente entran/donde acontecen mis ganas… delineando suaves/mis tejidos/que danzan en su propio zumo.” Miriam Ventura por otro lado describe vehementemente en su poema “El Pulgar A La Intemperie” como sus dedos juegan con sus aceites. Sin embargo, es Osiris Mosquea en uno de sus poemas más visionarios quien nos ofrece una versión política de la auto-exploración de su cuerpo. Con “En tu piel quedó la espera” Osiris al igual que Karina Rieke declara que la mujer debe auto-afirmarse, auto-amarse y olvidarse de las caricaturas con las cuales el azaroso patriarcado la desfigura cuestionando de paso uno de los instrumentos mas efectivos para manipular las mujeres, la psicología: Escribe Osiris: “Cuando en las noches de insomnio decidas explorar tu cuerpo/saber porque mereces ser amada como a nadie todavía…..te meterás al bolsillo toda la doctrina de Freud…. Y desnuda tocarás tus pechos/cuando redimas el verbo en tu carne…. Serás tan feliz que trocaras faros por estrellas.”
Insisto en la popularidad del auto-erotismo y me honra presentarles estos versos, los cuales fueron mi verdadero coupe de foudre:
“no le mientas a tu cuerpo/es tan hermoso reconocer lo que gozamos/lo que a cada ratito nos hace pensar que si existimos…. No ignores a ti misma tus verdades/es tan divino desnudarnos descubrirnos/sin hacer guerra entre los sexos” Cualquier narrativa para explicar o analizar estos versos de Yrene Santos sobra ante el avasallamiento de los sentidos contenido en su poema: “Cuantas veces te lo voy a decir Teresa!”
La consideración de lo que es moral o inmoral en la literatura de la mujer -como hemos sugerido anteriormente aunque de manera tangencial - es parte integral de la valoración subjetiva de cada critico, o experta en la materia. En el prólogo del libro de Yrene Santos ya mencionado, El Incasable Juego, su eminencia gris Doña Daisy Cocco de Filippis se arrodilla ante el relicario en el que se venera la falaz hipocresía social Dominicana cuando escribe que este libro hay que verlo “por encima de lo prosaico, o mejor dicho elevando lo prosaico a nivel poético.” Quisiéramos poder entender que hay de prosaico en la belleza de estos versos de Yrene Santos cuando con un humor inesperado nos enrostra: “quise descender dando vueltas y mas vueltas en el suelo recién húmedo, recién satisfecho de amor pero no pude; …. entregándome, sacudiéndome, revolcándome…. No quise huir. Alli era feliz. Ese temblor de mis huesos quebrándose quebrándome, haciendo gárgaras suavecitas allá (donde usted sabe) donde se conjugan sabores; donde luego de creer que todo es sal por los sudores descubre que es azúcar, solo azúcar”
La excepcionalidad es refrescante y mucho mejor aun si por pura coincidencia suscita sorpresa sobretodo cuando se refiere a lo que uno ansia y espera poder encontrar en una autora. Pues bien después de mucho hurgar entre incontables paginas, poemas y títulos casi finalicé el libro “Claves para fantasmas” encontrándome de sopetón con este poema de Miriam Ventura: “Como quinceañera en estado fervoroso/la he recorrido de izquierda a derecha Viceversa…. A golpes de tacto me la disuelvo en movimientos rápidos… No temo a sus enjambres/ Su Muchedumbre cuando besa/ me predispone a lecturas sobre identidad o sexo/ me sitúa mas allá de etnias No me quejo/Este momento que me aleja de ella/me hace amarla tal y como yo quisiera que fuera.” La intención de ese poema, titulado “Con el fantasma de la opera a cuestas” es sugerentemente lesbo-erótica. Que conste que el tema esta tratado por la Ventura de manera muy sutil y sublimizadamente como cuando la Yrene Santos declara que: “alguien me toco el pubis, los senos, la espalda…. y me deje llevar”. Creo que he finalmente descubierto el tesoro al final del arcoiris.
La Dominicanidad de Julia Álvarez ha sido cuestionada seriamente por quien fuera mi mentor el Profesor y escritor Italo-Dominicano Giovanni Di Pietro. Aun así he querido indagar en su poética pues, a fin de cuentas, ella es la escritora Dominicana mas vendida en los Estados Unidos. En su poemario “The Other Side” y específicamente en “Poems of Joe” Julia compara su cuerpo con un libro en el poema “Bookmaking.” Alli Julia le pide a su amante Joe que la tome en sus manos y que la parta, como si fuese un libro, en la pagina exacta para ser leída…..
Ex profeso he querido dejar para este punto los versos de Yvelisse Fanith porque los mismos reflejan con gran exactitud la ambivalencia de lo que son mis reflexiones finales: “Quiero saber a que sabe/el tenerte entre mis brazos/ y sentir entre suspiros como penetras mi ser/y a compases entrecortados disfrutar de ese placer/de ese placer que se siente cuando el alma peca/quiero gemir en silencio y que tus manos me recorran/todo mi cuerpo/hasta juntar con mi boca/tu boca en un eterno beso…….. Quisiera hacer tantas cosas/y jamás hago ninguna…/Maldito miedo a la vida/que pasa sola en silencio/dejando un amor amargo e incurables heridas” Deseo concluir indicando que después de muchas y múltiples lecturas, y aunque parezca pedante, este es un tema que merece mucho más que una breve critica como esta. Necesitamos una colección, a modo de antología, para ser más justas con las escritoras dominicanas en los EEUU.
Con felicidad genital he encontrado -pues es más que evidente- que existen fuertes y serias intenciones en la escritura de estas mujeres en la diáspora hacia la exploración incontenible de su sexo, su sensualidad, deseos y erotismo. A pesar de los pesares las poetas del exilio se atreven y arre-meten contra el status quo de la Dominicanidad. Además muchos de sus ardientes versos cuestionan sin ambages su propia marginalidad a través de las texturas sensoriales de sus poemas eróticos. Amotinadas contra el sentido común que trata de silenciarlas, amedrentándoles los esfínteres y sus esplendidos destellos, las poetas ofrecen sus poemas como si fueran ostias en los altares de la carne ofreciéndonos una nueva comunión y re-convertirnos. De esa manera, y aunque no se lo proponen, crean ipso facto nuevos cuestionamientos que erosionan la mentalidad tradicional Dominicana para que los cirios incandescentes con los que la Catolicidad caduca celebra sus aniversarios el 21 de Enero adquieran interpretaciones alternativas y que dichos objetos no sólo se vean como velones enormes y erectas frente a los crucifijos y los martirologios altagracianos.
Me han salido al encuentro dulces sabores totalmente desconocidos pero muy presentes en los cócteles explosivos que nos brindan sus textos, sub-textos y la magia de sus imaginaciones inauditas…..! La historia les absolverá las limitaciones de sus onomatopeyas, lirismo y metáforas abstractas que tantas veces terminan siendo rebuscamiento innecesario para ofuscar la verdad:
1) Que es legítimo disfrutar y celebrar el placer y 2) que nuestro cuerpo tiene posibilidades desconocidas por nosotras hasta ahora y que estamos dispuestas a explorarlas sin culpa!
No quiero dejar pasar que es también cierto que hay mucho de cursi en la poética de las poetas dominicanas en la diáspora lo cual es una verdadera pena pues muchos de esos poemas cuando se leen se sienten amordazados por quienes deberían estar liberándolos: Fenómeno que yo he bautizado como “sensualidad de telenovela.” Parecería como si estas amazonas estuvieran sin control del animal de paso fino en el que finalmente se subieron. Quizás le temen a la rabia del jinete desbocado de la re-puta-ción!!
Mis mas fervientes deseos es que continúen y profundicen su discurso negando “el maldito miedo a la vida” con la serena prodigalidad con la que Yrene Santos llama a: “Jugar con la palabra/y amanecer con el monte húmedo mi pecho ávido y mis manos como hormigas construyendo una realidad que será eterna.” Y que vibremos para siempre con la Maitreyi cuando nos canta en el poema La Noche de Anoche:
“Me felicito/aplaudan las multitudes de esclavas/les quiero dedicar la noche de anoche/revelación maravillosa/donde con voz temblorosa la penumbra salió de su asiento/cuando dijo contestando la demanda: Cometelo con un: Si tu me lo comes a mi!
Amén!
Bibliografía
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(R.D.: Mediabyte, S. A. Mayo 2005)
- Claribel Díaz, Ser del Silencio
(USA: Essential Icon Press, 2003)
- Osiris Mosquea, Raga del Tiempo
(R.D.: 2009)
- Elsa Batista, Puerto del Deseo
(Santo Domingo: Mente Editorial, Febrero 2004)
- Karina Rieke, Semejanza de lo Eterno
(Editora Búho: Santo Domingo, Octubre 2003)
Karina Rieke, Mitología del Instante
(San Juan, Puerto Rico: Isla Negra Editores, 2009)
- Raquel Virginia Cabrera,
(USA: Ediciones El Salvaje Refinado, USA 2006)
- Yrene Santos, El Incasable Juego
(Santo Domingo, Republica Dominicana: Editorial Legra Grafica 1997)
- Carmen Dinorah Coronado, Interioridades
(US: Ediciones MC)
- Miriam Ventura, Claves Para Fantasmas
New York: Ediciones Alcance, 1996)
Miriam Ventura, Poemas de la Reina del Bronx River
http://www.escritoresdominicanos.com/bronxriver.html
(Accessed January 2010)
- Álvarez Julia, The Other Side
(USA, Plume, December 1, 1996)
- Giovanni Di Pietro, La Dominicanidad de Julia Álvarez
(San Juan, Puerto Rico: Editora Imago Mundi, 2002)
- Daisy Cocco de Filippis, Sin Otro Profeta que su Canto
(Santo Domingo: Editora Taller, 1988)
- Yasmin Tambiah, Sexuality and Human Rights. From Basic Needs to Basic Rights: Women’s Claim to Human Rights.” In Women Law and Development
http://www.convencion.org.uy/08Debates/Serias1/Yasmin%20Tambiah.pdf
(Accessed December 2009)
- Herbert Marcuse, Eros and Civilization
(Boston, MA: Beacon Press, 1974)
- Maitreyi Villaman Matos, BX15 A Poetic Journey
(New York: La Maga Press, 1997)
- Mirelle Palmansa, Dimensiones del Alma
(USA: Editora Kalasa, 2007)
- Rosa Saldaña, Pasiones
(Republica Dominicana: Dolphins Editorial, 2008)
- Marisol Espaillat Pineda, Aroma de Sol
(USA: Ediciones El Salvaje Refinado, 2004)
- Junot Díaz, La Breve Y Maravillosa Vida de Oscar Wao
(USA, Vintage Español, Random House, 2008)
- Wilhelm Reich: The Sexual Revolution: Toward a Self Governing Character Structure
(The Wilhelm Reich Infant Trust Fund, 1971)
- Marianela Medrano, Curada de Espantos
(Madrid: Ediciones Torremozas S.I. 2002)
- Miriam Mejia, Garabatos en Purpura
(USA: Cayena Publications, 2007)
- Chicago Manual of Style
http://www.chicagomanualofstyle.org/home.html
(Accessed January 2010)
- Jean Michael Foucalt, Historia de la Sexualidad
Editorial XXI, 1998
- El Nuevo Testamento Según San Juan
Capitulo 8 Versiculo 32
- Klein, Michael & Fellner, Steve
http://www.lambdaliterary.org/features/03/12/divining-gay-poets-some-talk-about-sex-the-soul-and-career/
(Accessed on 3/22/2012)
A Movement Sprung
Out of the square madness of civilization
Out of the utter chaos of accumulation
And the armpit stench of the dollar
Out of the flames in the pit of greed
Came to be a movement
Out of the circle of co-cooperations
And riding on the wheels of generosity
Confronting sharing versus possessing
A movement came to be
Out on the parks and plazas
A movement that could be/Became
When the genes of our precursors collided
In the zero atmosphere of impossibility
To prove yet once again:
That spring petals flying on the air challenge the silence
As it should be
That the cacophony of voices make songs
From our cries & sound on the streets
Sometimes people vote/with their words & rage
To elect moving the wind away from the mill/ towards possibilities
Out of the utter chaos of accumulation
And the armpit stench of the dollar
Out of the flames in the pit of greed
Came to be a movement
Out of the circle of co-cooperations
And riding on the wheels of generosity
Confronting sharing versus possessing
A movement came to be
Out on the parks and plazas
A movement that could be/Became
When the genes of our precursors collided
In the zero atmosphere of impossibility
To prove yet once again:
That spring petals flying on the air challenge the silence
As it should be
That the cacophony of voices make songs
From our cries & sound on the streets
Sometimes people vote/with their words & rage
To elect moving the wind away from the mill/ towards possibilities
Friday, November 18, 2011
Wander full
I wonder through the isles
Full of merchandise
Wander through the prices
Full of shit I don't need or want
still for some it seems obsessive
that I keep shopping til my cart can't take it
Full of merchandise
Wander through the prices
Full of shit I don't need or want
still for some it seems obsessive
that I keep shopping til my cart can't take it
Over a Simple Cup of Tea
For Kade Coutain
A small coincidence made me land in his arms without even noticing.
He looked idle as he was sitting on one of the Hudson River’s pier benches. However, there was something, in his body perhaps, which made me wonder about him.
I told myself that I would have to talk to him because he was paying no attention. By now he was sure his black pride wouldn’t allow him to address me. No. We Latinos are hot potatoes in a city flooded with rotten French fries. I stared at him as minutes passed by as a furious
river flowing down. It was only then, that I realized who he was. I remembered I had seen him at the phone booth few blocks up the street and had admired his earrings.
Mentally, I rehearsed to find the appropriate topic and intended to start my conversation thinking the weather would be fine and not a pick-up line. Rapidly, though, his dark tender skin clouded my reasoning and forced me to spell some stupid words. I wanted -I said- to know if he wasn’t cold wearing a brief tank-top and short shorts. His
body helpless on the wind of a Mid-July summer night invited to mourn an under-the-sheets meeting. I must admit that the liberated flesh of his exposed shoulders moved my first words. Evidently, ~he knew I was lying. The night was cool but not chilly enough and anyway his body temperature was so high that even my eyes were burning.
My words were returned, finally, with the most beautiful and innocent smile. This flattered my appetite. I considered immediately prolonging this conversation somewhere else. I did it naively but he understood my signals. We followed, say, an un-classical pattern of Saturday night pickups at the West Village.
Our smiles shining as two kids that have just found their balls and could now return to the game.
The polluted memories of hard times with previous encounters did not stop us. We recognized in each other again and the topics of conversation aroused easily but firmly surrounding us both tightly. I had to use, once again, the unfortunate excuse of the "night getting colder" to invite him for a drink. To my surprise he said that he didn’t drink alcohol. Feeling embarrassed I forced my
imagination further ahead. Knowing that he was raised in an English-Caribbean island I had no remedy but treat him with a cup of tea. Of course, I was aware that Lipton would not help me to seduce anyone at that point of the night. This particular occasion proved even more difficult for he didn’t like any desserts either. My God, I thought, without alcohol nor sugar I will have to pull my brains with this guy. However, he knew I wasn’t pushing him into a sexually forced situation. He looked too special for a one night stand. He was the kind of man anyone would be tempted to follow to the end.
Thank Goodness his age had given him the speechless spontaneous sight and I was inspired by reading between the lines of his almond eyes. So we talked and talked. Mainly me of course. His nervousness speaking for himself and I dragging him out of a post-teenage inherited shyness. I pressed him out so gently, though, that he had no choice but order more tea and I, as every second flew away, loaded myself with more thoughts and hopes. I wasn’t sure though if in the infinite glass of a first encounter I could find enough water to make him drink thirstily from my full cup.
It was very late when we said goodbye and I went home alone. It wasn’t until the early morning hours that I could get some sleep. I had needed an event like this for so long that now I couldn’t re-organize my bio- rhythm when I reached the solitude of my cold empty bed.
After three weeks of silence the phone rang and he invited me out. Unknowing how badly he inflamed my mind and in-between my legs we sat next to each other and tried to concentrate on the violent movie. Then I realized that I had begun suffering the joy of having our bodies electrified by an imminent proximity. There was no need for words.
Today as I make him tea at home and serve it to him in bed everyday I look backwards and see the advantage of having had a proper conversation over a simple cup of tea.
A small coincidence made me land in his arms without even noticing.
He looked idle as he was sitting on one of the Hudson River’s pier benches. However, there was something, in his body perhaps, which made me wonder about him.
I told myself that I would have to talk to him because he was paying no attention. By now he was sure his black pride wouldn’t allow him to address me. No. We Latinos are hot potatoes in a city flooded with rotten French fries. I stared at him as minutes passed by as a furious
river flowing down. It was only then, that I realized who he was. I remembered I had seen him at the phone booth few blocks up the street and had admired his earrings.
Mentally, I rehearsed to find the appropriate topic and intended to start my conversation thinking the weather would be fine and not a pick-up line. Rapidly, though, his dark tender skin clouded my reasoning and forced me to spell some stupid words. I wanted -I said- to know if he wasn’t cold wearing a brief tank-top and short shorts. His
body helpless on the wind of a Mid-July summer night invited to mourn an under-the-sheets meeting. I must admit that the liberated flesh of his exposed shoulders moved my first words. Evidently, ~he knew I was lying. The night was cool but not chilly enough and anyway his body temperature was so high that even my eyes were burning.
My words were returned, finally, with the most beautiful and innocent smile. This flattered my appetite. I considered immediately prolonging this conversation somewhere else. I did it naively but he understood my signals. We followed, say, an un-classical pattern of Saturday night pickups at the West Village.
Our smiles shining as two kids that have just found their balls and could now return to the game.
The polluted memories of hard times with previous encounters did not stop us. We recognized in each other again and the topics of conversation aroused easily but firmly surrounding us both tightly. I had to use, once again, the unfortunate excuse of the "night getting colder" to invite him for a drink. To my surprise he said that he didn’t drink alcohol. Feeling embarrassed I forced my
imagination further ahead. Knowing that he was raised in an English-Caribbean island I had no remedy but treat him with a cup of tea. Of course, I was aware that Lipton would not help me to seduce anyone at that point of the night. This particular occasion proved even more difficult for he didn’t like any desserts either. My God, I thought, without alcohol nor sugar I will have to pull my brains with this guy. However, he knew I wasn’t pushing him into a sexually forced situation. He looked too special for a one night stand. He was the kind of man anyone would be tempted to follow to the end.
Thank Goodness his age had given him the speechless spontaneous sight and I was inspired by reading between the lines of his almond eyes. So we talked and talked. Mainly me of course. His nervousness speaking for himself and I dragging him out of a post-teenage inherited shyness. I pressed him out so gently, though, that he had no choice but order more tea and I, as every second flew away, loaded myself with more thoughts and hopes. I wasn’t sure though if in the infinite glass of a first encounter I could find enough water to make him drink thirstily from my full cup.
It was very late when we said goodbye and I went home alone. It wasn’t until the early morning hours that I could get some sleep. I had needed an event like this for so long that now I couldn’t re-organize my bio- rhythm when I reached the solitude of my cold empty bed.
After three weeks of silence the phone rang and he invited me out. Unknowing how badly he inflamed my mind and in-between my legs we sat next to each other and tried to concentrate on the violent movie. Then I realized that I had begun suffering the joy of having our bodies electrified by an imminent proximity. There was no need for words.
Today as I make him tea at home and serve it to him in bed everyday I look backwards and see the advantage of having had a proper conversation over a simple cup of tea.
Amar A Otra Mujer? Si! Amar a Otro Hombre... Por que no?
Dichosos los que pueden desprenderse de un poco de su tiempo, tan ocupadísimo, para expresar las preocupaciones que les causan cierto tipo de amor, porque de ellos será el reino de los cielos….
Aunque estoy consciente de que Margarita Cordero (Ver suplemento Quehaceres-CIPAF en la edición de este Nuevo Diario del 4 de Febrero) no necesita que aparezca un simple ciudadano para defenderla de las criticas y las insinuaciones de un preocupado lector HETEROSEXUAL, he decidido opinar sobre esta cuestión porque me creo en el derecho de hacerlo.
Porque así lo demanda mi momento particular y la situación que caracteriza a las ideas en el país, las cuales han venido variando desde hace cierto tiempo, y sobre todo, porque va creciendo la presión de todos los grupos sociales, políticos –y ahora sexuales- por ofrecer y confrontar sus creencias, aspiraciones y sueños de manera publica.
Aclaremos, pues, que no suplanto la eventual respuesta de la autora de la entrevista ni de las afectadas por los juicios del señor Roques.
Defiendo el derecho a tener VOZ.
Así, voy a comenzar diciendo que ver la vida sexual y amorosa desde la Torre de Marfil de las relaciones homo-heterosexuales es como dividir “la bolita del mundo” entre indios y vaqueros. La vida íntima de una pareja es mucho mas que eso: hetero-homosexual. Lo que importa es el AMOR; si hay amor verdadero, transparente, solidario, eso es lo trascendental. Todo lo demás no es más que “paja para las garzas.”
Los HOMOSEXUALES y/o LESBIANAS son GENTE COMO CUALQUIER OTRA. Solo que tienen que soportar las presiones familiares, los tabúes sociales, los ataques personales en las calles por su forma de vestir o caminar, los prejuicios religiosos, la enajenación comercial, el encierro, la inseguridad laboral –si se conocen sus pasos-, la tortura psiquiatrica y un sinfín mas de represiones.
En fin SON GENTE ATIPICA. Que pueden decir entonces los heterosexuales a esta gente atípica sobre las relaciones de pareja?
Los matrimonios de nuestro país y de muchos otros lugares son tradicionales, y como toda tradición, condenados a ser superados. Están en crisis. No es lo mismo que en la Europa que menciona el Señor Roques, la política oficial favorezca el enlace-contrato matrimonial a que la juventud este deseosa de formar familias. Si no, revísense los índices de natalidad en todos esos países para que se vea como van bajando. Las relaciones abiertas, caracterizadas por la buena salud mental, libres de imposiciones, son las que se imponen, por encima de la voluntad del Estado. No importa del sexo que sean quienes integran la pareja. Además, pueden los heterosexuales, con una crisis tan seria en sus relaciones, dictar lo que debe leer la juventud cuando ellos mismos están incapacitados para ofrecer una educación sexual mínima a los hijos en el centro mismo de la familia?
Véanse los recortes de periódicos y otro tipo de informaciones sobre violaciones sexuales para calcular su porcentaje, lo mismo que el del asesinato de mujeres por hombres celosos por haber sido desprovistos de su “pertenencia”; búsquense las encuestas sobre la frigidez de la mujer. Que han hecho los heterosexuales que dominan la moral social y la cultura dominicana para mejorar esta dramática situación?
Sin embargo, no se puede dejar pasar por alto que un articulo en la prensa relacione el amor lesbico con la buena amistad y la solidaridad, porque se podrían infiltrar ideas erradas en la familia dominicana y eso puede ser perjudicial para un/a joven de 16 o 18 años, a quienes, al parecer, debemos ocultar la realidad del AMOR ENTRE ADULTOS Y ADULTAS DEL MISMO SEXO, entre otras muchas realidades que se mantienen en silencio, como por ejemplo, el derecho de las personas a disfrutar el PLACER SEXUAL sin la obligatoriedad de la concepción.
Ciertamente, es validad la publicación de todo tipo de información útil sobre AMOR LESBICO, AMOR GAY, porque como minoría oprimida esta COMUNIDAD comienza a vertebrarse en sujeto social en nuestro país y esta faceta de la vida entre hombres y mujeres que se aman entre si debe tener representación frente a los aparatos de poder los que manejan el control social. Procurar que el pueblo repare y piense, vea y sienta que hay gente del mismo sexo que se ama sin malicia es hacerle el frente al poder de información masiva de los estrechos tradicionales que manejan el derecho de las personas a enterarse de que pasa en nuestro mundo y en el de los otros.
La amistad franca y sincera no conlleva a relaciones sexuales de por si. Solo si hay premeditación y alevosía. Se trata de cómo una relación sexual horizontal florece junto a una relación de camaradería y compañerismo cuando se establecen relaciones cualitativamente diferentes, recreando y embelleciendo la pareja para que no se aposente en ella la verticalidad del poder machista para que nazcan y se multipliquen las horizontalidades creadoras. Porque mientras mas trata una pareja gay de duplicar (imitar), reproducir, las relaciones amorosas tradicionales, más rápido fracasa. Es cierto que hay parejas de lesbianas y homos que reviven el pasivo-activo y asumen, hasta física y emocionalmente el papel de macho. Pero ese tipo de pareja termina rápido porque –me repito- intentar reproducir inconscientemente lo que ven en la cotidianidad.
En esta desgraciada sociedad patriarcal que sufrimos el poder de decidir, de comprar, de producir, de ordenar, de engendrar, esta en los hombres. Y cuando dos mujeres deciden entregarse al amor, extrañando al hombre de su afectividad sexual, combaten ese monopolio de poder. Cuando dos mujeres se aman entre si y conviven se corroe el control social y el concepto clásico de la “familia” se va al carajo.
Que dos hembras o dos hombres se amen es una afrenta hermosa al liquidacionismo de los roles. Si estas afectividades afectan minimamente el control social de los poderosos y socavan el concepto clásico y vertical de la familia tradicional y enfrentan el martirio pasivo-activo, entonces debería haber mas, muchísimo mas, de este tipo de amor.
Para terminar quisiera decirle al Sr. Roque que: Quien se atreva a desconocer el derecho y la libertad de amar que, por sobre todas las cosas, tenemos todos los seres humanos, debe vivir en un profundo estado de desazón e infelicidad personales.
Aunque estoy consciente de que Margarita Cordero (Ver suplemento Quehaceres-CIPAF en la edición de este Nuevo Diario del 4 de Febrero) no necesita que aparezca un simple ciudadano para defenderla de las criticas y las insinuaciones de un preocupado lector HETEROSEXUAL, he decidido opinar sobre esta cuestión porque me creo en el derecho de hacerlo.
Porque así lo demanda mi momento particular y la situación que caracteriza a las ideas en el país, las cuales han venido variando desde hace cierto tiempo, y sobre todo, porque va creciendo la presión de todos los grupos sociales, políticos –y ahora sexuales- por ofrecer y confrontar sus creencias, aspiraciones y sueños de manera publica.
Aclaremos, pues, que no suplanto la eventual respuesta de la autora de la entrevista ni de las afectadas por los juicios del señor Roques.
Defiendo el derecho a tener VOZ.
Así, voy a comenzar diciendo que ver la vida sexual y amorosa desde la Torre de Marfil de las relaciones homo-heterosexuales es como dividir “la bolita del mundo” entre indios y vaqueros. La vida íntima de una pareja es mucho mas que eso: hetero-homosexual. Lo que importa es el AMOR; si hay amor verdadero, transparente, solidario, eso es lo trascendental. Todo lo demás no es más que “paja para las garzas.”
Los HOMOSEXUALES y/o LESBIANAS son GENTE COMO CUALQUIER OTRA. Solo que tienen que soportar las presiones familiares, los tabúes sociales, los ataques personales en las calles por su forma de vestir o caminar, los prejuicios religiosos, la enajenación comercial, el encierro, la inseguridad laboral –si se conocen sus pasos-, la tortura psiquiatrica y un sinfín mas de represiones.
En fin SON GENTE ATIPICA. Que pueden decir entonces los heterosexuales a esta gente atípica sobre las relaciones de pareja?
Los matrimonios de nuestro país y de muchos otros lugares son tradicionales, y como toda tradición, condenados a ser superados. Están en crisis. No es lo mismo que en la Europa que menciona el Señor Roques, la política oficial favorezca el enlace-contrato matrimonial a que la juventud este deseosa de formar familias. Si no, revísense los índices de natalidad en todos esos países para que se vea como van bajando. Las relaciones abiertas, caracterizadas por la buena salud mental, libres de imposiciones, son las que se imponen, por encima de la voluntad del Estado. No importa del sexo que sean quienes integran la pareja. Además, pueden los heterosexuales, con una crisis tan seria en sus relaciones, dictar lo que debe leer la juventud cuando ellos mismos están incapacitados para ofrecer una educación sexual mínima a los hijos en el centro mismo de la familia?
Véanse los recortes de periódicos y otro tipo de informaciones sobre violaciones sexuales para calcular su porcentaje, lo mismo que el del asesinato de mujeres por hombres celosos por haber sido desprovistos de su “pertenencia”; búsquense las encuestas sobre la frigidez de la mujer. Que han hecho los heterosexuales que dominan la moral social y la cultura dominicana para mejorar esta dramática situación?
Sin embargo, no se puede dejar pasar por alto que un articulo en la prensa relacione el amor lesbico con la buena amistad y la solidaridad, porque se podrían infiltrar ideas erradas en la familia dominicana y eso puede ser perjudicial para un/a joven de 16 o 18 años, a quienes, al parecer, debemos ocultar la realidad del AMOR ENTRE ADULTOS Y ADULTAS DEL MISMO SEXO, entre otras muchas realidades que se mantienen en silencio, como por ejemplo, el derecho de las personas a disfrutar el PLACER SEXUAL sin la obligatoriedad de la concepción.
Ciertamente, es validad la publicación de todo tipo de información útil sobre AMOR LESBICO, AMOR GAY, porque como minoría oprimida esta COMUNIDAD comienza a vertebrarse en sujeto social en nuestro país y esta faceta de la vida entre hombres y mujeres que se aman entre si debe tener representación frente a los aparatos de poder los que manejan el control social. Procurar que el pueblo repare y piense, vea y sienta que hay gente del mismo sexo que se ama sin malicia es hacerle el frente al poder de información masiva de los estrechos tradicionales que manejan el derecho de las personas a enterarse de que pasa en nuestro mundo y en el de los otros.
La amistad franca y sincera no conlleva a relaciones sexuales de por si. Solo si hay premeditación y alevosía. Se trata de cómo una relación sexual horizontal florece junto a una relación de camaradería y compañerismo cuando se establecen relaciones cualitativamente diferentes, recreando y embelleciendo la pareja para que no se aposente en ella la verticalidad del poder machista para que nazcan y se multipliquen las horizontalidades creadoras. Porque mientras mas trata una pareja gay de duplicar (imitar), reproducir, las relaciones amorosas tradicionales, más rápido fracasa. Es cierto que hay parejas de lesbianas y homos que reviven el pasivo-activo y asumen, hasta física y emocionalmente el papel de macho. Pero ese tipo de pareja termina rápido porque –me repito- intentar reproducir inconscientemente lo que ven en la cotidianidad.
En esta desgraciada sociedad patriarcal que sufrimos el poder de decidir, de comprar, de producir, de ordenar, de engendrar, esta en los hombres. Y cuando dos mujeres deciden entregarse al amor, extrañando al hombre de su afectividad sexual, combaten ese monopolio de poder. Cuando dos mujeres se aman entre si y conviven se corroe el control social y el concepto clásico de la “familia” se va al carajo.
Que dos hembras o dos hombres se amen es una afrenta hermosa al liquidacionismo de los roles. Si estas afectividades afectan minimamente el control social de los poderosos y socavan el concepto clásico y vertical de la familia tradicional y enfrentan el martirio pasivo-activo, entonces debería haber mas, muchísimo mas, de este tipo de amor.
Para terminar quisiera decirle al Sr. Roque que: Quien se atreva a desconocer el derecho y la libertad de amar que, por sobre todas las cosas, tenemos todos los seres humanos, debe vivir en un profundo estado de desazón e infelicidad personales.
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1988,
Articulo en el Nuevo Diario,
Santo Domingo
Midnite Waters
In my early years Mom would take me with her to visit Bonao. Our distant cousins had a little shop in the middle of town and they used to invite us over. It was horrible, back then in the 60’s. My little cousin Toni was a nerd. My aunt’s cooking was terrible and her endless conversations with my mother bored us all with interminable monologues on bingo, lotto, soaps and alien husbands. All their talk made me sit as far away as I possibly could, at the front of the shop, right in Bonao’s main street, to see people pass-by. Most of them poor peasants trying to sell some of their crops on the sidewalks, they looked as if they hardly made enough money to survive their day-to-day and shopping at my aunt’s place out of the question for them. They will stare fixedly at the only glass filled with plastic bottles and cheap underwear.
Many years later I would return to the small city in the Cibao valley when I was 15 and by then traveling alone. My friends from the Episcopal church took me. They were opening a branch with a new chapel and asked me to take part in a popular theater piece about, who else Jesus himself. In this short piece of course, I would negotiate anything but playing the role of the son of God. After the small presentation and the benedictions took place everyone was taken around town to hang out. I was invited, by three girls from church, to go to the central plaza. As odd as it sounds, in my country mostly every town is built around three main things: and old Fortaleza, a church and a centrally located park. At our arrival in the plaza, the Mayor’s band was playing as it was usual on Thursday evenings. The tunes were unbelievable old and the band played inside a marble gazebo so beautiful that it was shocking in comparison with the rest of the town’s poverty. It looked as if the fire-fighters Mayor’s band would be playing on top of a pink wedding cake, dropped right there in the middle of the park. Dozens of guys, girls, children and their parents or nannies (they could not be completely differentiable) walked around the park while making little talk, giving each other “eyes” (the Dominican word for flirting or cruising.) People would even send little notes and other silly things to each other. Well, I had to go through all that and didn’t enjoy a minute of it for in 1970, I was already thinking of boys (quite precociously.) Even more, I was enthusiastic about being by myself and enjoying my dirty little crushes with other boys boiling inside my mind. In an unknown city, with some money, being the foreigner for the first time of my life and having to be around these chicks was really impossible so I did my best and escaped from them.
I returned to the church building just to find out that Marino was alone in the back bedroom. Alone and naked on top of the bed where I was supposed to sleep too.
Fifteen years later, I returned to see my gynecologist ….. friend. Being gay, he had the balls to establish his medical practice in his small hometown after 15 years of schooling in the capital. One million miles away from the mentally closed Bonaenses. Although the Canadians had arrived earlier and been established for more than 10 years the city maintained almost all of its old mentality stability. The Canadians who cleaned the streets, organized the transit, provided more than electricity to lighten up the lights: they brought other modernity measures as well. With all that technology the inevitable possibility of having a job also arrived in Bonao. However, at sun set, behind the mountains and from at least 20 miles around town, the sky above turned flaming red because of an open-sky nickel mine had changed the color of the nights in the Bonao valley.
My friends practice became successful and guys flew around both of us, like flies around cake, every time I came to visit him. He had rented a complete third floor apartment with a long open terrace overlooking the blue mountains that separated the town from the nickel mine. Visitors to Marino’s place arrived early in the morning and stayed with us until very late all weekend long. They had little or no sense of time. At the beginning, I felt overwhelmed by so many handsome men and so much attention towards me. They made themselves clearly available at any time and always seemed hungry and never in a hurry. The big thing, back on those days was getting drunk and then taking a plunge in the river by midnite.
When I discovered this paradise my visits to my gynecologist increased. I would use any pretext to show up at Marino’s apartment for the weekend. He knew though, that the discovery of a renewed friendship had little to do with it. He never brought anything up but I knew he knew. He never made it an issue. I had had a fling with him myself when I was in college and he understand what I was. I guess that our past experience alone welcomed my by now constant weekend presence.
His lover by then, married with two children (both of whom Marino had godfathered in the Catholic church in front of the plaza) had a lovely wife who loved to cook for all of us. We all pretended to be just “friends” but, one night when Marino had an emergency in a nearby village, his lover made a pass to me. Afterwards, I felt pretty bad that I did not reject him but I knew that it will eventually happen (most of my friends’ lovers tried to get me or vice versa, those were the 70s) so I reasoned that I should have him before he started making my life difficult with the other guys always around us. Besides, he was the one who set me up into the river scene.
On that hot night, full of rum and with a full moon, he rode his motorcycle for two miles right inside the mountain to a water pond where only –he said- he knew. I had him on top of a rock from where later we would both plunge into the dark fresh water. He was young, with the hard body of a miner, expendable… He cried loudly as I fucked him because he knew we were alone and almost free. From that night on, my heart would always cry water after midnight.
Returning back to the routine of Santo Domingo became an agony. I felt desolated every time I had to take the bus back to the capital. I would be missing the midnite waters and urban Santo Domingo couldn’t offer what the Canadian dollars had helped bring to a small town dying out of poverty at the border of the most beautiful mountains of the island. They arrived with their Caterpillars to expose nickel, the sensuality of the young miners and the independence that having a job means. What a difference from my first couple of visits back then when nobody had the slightest idea of the presence of nickel in their lives.
Many years later I would return to the small city in the Cibao valley when I was 15 and by then traveling alone. My friends from the Episcopal church took me. They were opening a branch with a new chapel and asked me to take part in a popular theater piece about, who else Jesus himself. In this short piece of course, I would negotiate anything but playing the role of the son of God. After the small presentation and the benedictions took place everyone was taken around town to hang out. I was invited, by three girls from church, to go to the central plaza. As odd as it sounds, in my country mostly every town is built around three main things: and old Fortaleza, a church and a centrally located park. At our arrival in the plaza, the Mayor’s band was playing as it was usual on Thursday evenings. The tunes were unbelievable old and the band played inside a marble gazebo so beautiful that it was shocking in comparison with the rest of the town’s poverty. It looked as if the fire-fighters Mayor’s band would be playing on top of a pink wedding cake, dropped right there in the middle of the park. Dozens of guys, girls, children and their parents or nannies (they could not be completely differentiable) walked around the park while making little talk, giving each other “eyes” (the Dominican word for flirting or cruising.) People would even send little notes and other silly things to each other. Well, I had to go through all that and didn’t enjoy a minute of it for in 1970, I was already thinking of boys (quite precociously.) Even more, I was enthusiastic about being by myself and enjoying my dirty little crushes with other boys boiling inside my mind. In an unknown city, with some money, being the foreigner for the first time of my life and having to be around these chicks was really impossible so I did my best and escaped from them.
I returned to the church building just to find out that Marino was alone in the back bedroom. Alone and naked on top of the bed where I was supposed to sleep too.
Fifteen years later, I returned to see my gynecologist ….. friend. Being gay, he had the balls to establish his medical practice in his small hometown after 15 years of schooling in the capital. One million miles away from the mentally closed Bonaenses. Although the Canadians had arrived earlier and been established for more than 10 years the city maintained almost all of its old mentality stability. The Canadians who cleaned the streets, organized the transit, provided more than electricity to lighten up the lights: they brought other modernity measures as well. With all that technology the inevitable possibility of having a job also arrived in Bonao. However, at sun set, behind the mountains and from at least 20 miles around town, the sky above turned flaming red because of an open-sky nickel mine had changed the color of the nights in the Bonao valley.
My friends practice became successful and guys flew around both of us, like flies around cake, every time I came to visit him. He had rented a complete third floor apartment with a long open terrace overlooking the blue mountains that separated the town from the nickel mine. Visitors to Marino’s place arrived early in the morning and stayed with us until very late all weekend long. They had little or no sense of time. At the beginning, I felt overwhelmed by so many handsome men and so much attention towards me. They made themselves clearly available at any time and always seemed hungry and never in a hurry. The big thing, back on those days was getting drunk and then taking a plunge in the river by midnite.
When I discovered this paradise my visits to my gynecologist increased. I would use any pretext to show up at Marino’s apartment for the weekend. He knew though, that the discovery of a renewed friendship had little to do with it. He never brought anything up but I knew he knew. He never made it an issue. I had had a fling with him myself when I was in college and he understand what I was. I guess that our past experience alone welcomed my by now constant weekend presence.
His lover by then, married with two children (both of whom Marino had godfathered in the Catholic church in front of the plaza) had a lovely wife who loved to cook for all of us. We all pretended to be just “friends” but, one night when Marino had an emergency in a nearby village, his lover made a pass to me. Afterwards, I felt pretty bad that I did not reject him but I knew that it will eventually happen (most of my friends’ lovers tried to get me or vice versa, those were the 70s) so I reasoned that I should have him before he started making my life difficult with the other guys always around us. Besides, he was the one who set me up into the river scene.
On that hot night, full of rum and with a full moon, he rode his motorcycle for two miles right inside the mountain to a water pond where only –he said- he knew. I had him on top of a rock from where later we would both plunge into the dark fresh water. He was young, with the hard body of a miner, expendable… He cried loudly as I fucked him because he knew we were alone and almost free. From that night on, my heart would always cry water after midnight.
Returning back to the routine of Santo Domingo became an agony. I felt desolated every time I had to take the bus back to the capital. I would be missing the midnite waters and urban Santo Domingo couldn’t offer what the Canadian dollars had helped bring to a small town dying out of poverty at the border of the most beautiful mountains of the island. They arrived with their Caterpillars to expose nickel, the sensuality of the young miners and the independence that having a job means. What a difference from my first couple of visits back then when nobody had the slightest idea of the presence of nickel in their lives.
El Carnaval en el Ojo de Mi Dulce Marido
Pupila en la que ruge y amarra
Las penurias
El viento
Y en las que desnudan
Los horizontes
La lluvia
Adios
Antifaz de las paginas
Au revoir
Las heridas del hierro
Que partiran irremisibles
Las cantatas marinas
Vendran a desflorar las ilusiones
Y entonces
Ay de las caretas
Ay de las hogueras sagradas
Ay de los destinos y las marcas
Bailaremos sin mascaras
En el funeral del miedo
Que hara el viaje solitario
De las cenizas repartidas
Los parpados
Incansables
Se repetiran cantando
Como susurros encantados
Dos serpientes de sangre y fuego
Enroscadas al verde mastil del tiempo.
Jimmy lam
Santo Domingo 1990
Las penurias
El viento
Y en las que desnudan
Los horizontes
La lluvia
Adios
Antifaz de las paginas
Au revoir
Las heridas del hierro
Que partiran irremisibles
Las cantatas marinas
Vendran a desflorar las ilusiones
Y entonces
Ay de las caretas
Ay de las hogueras sagradas
Ay de los destinos y las marcas
Bailaremos sin mascaras
En el funeral del miedo
Que hara el viaje solitario
De las cenizas repartidas
Los parpados
Incansables
Se repetiran cantando
Como susurros encantados
Dos serpientes de sangre y fuego
Enroscadas al verde mastil del tiempo.
Jimmy lam
Santo Domingo 1990
Lecciones
Leccion #1
Del primero aprendi
La trigonometria de las sabanas
Es decir
Que la cama no era tan solo un angulo agudo
Sino un teorema irresuelto de pasiones
Su nombre
No importa hoy
Siempre doblemente vehemente
Abrasivo
Exponente
El me hizo calcularle la raiz cuadrada
A mi aparente destino
Y se alejo cuando las matematicas
Le fallaron a su calculada estrategia
Leccion #2
Después
Me llego una catedra de anatomia
Un hombre tan hermoso y perfecto
Que cada músculo
Merecia una rosa o una caricia al menos.
El me enseño a encontrar un nuevo nervio
En el tendon de la paciencia
Y a respetar la diferencia
Entre manzanas y cebollas
Explicandome que aunque ambas rojas
Una daba lagrimas y la otra jugo
Un largo dia arreglo papeles
Hizo maletas
Busco visa
Y se largo como era necesario y prudente
Leccion #3
Harto de esperar un regreso sin avisos
Y frustrado por la espera y sus vaivenes
Me inscribi en la universidad de las dudas
Es decir
Me enamore otra vez
Tome el entrenamiento
Que solamente un maestro como aquel podia ofrecer
Con el estudie la profesion de la mentira
La geografia de la infamia sin fronteras
Con el memorize el territorio del miedo
Y examine el cinismo de sus maquinaciones
Esas fueron las mejores lecciones
Que para vivir
Y amar pude alguna vez estudiar
Leccion #4
Que mejor para poder amar
Que saber a que sabe el odio!
Leccion #5
Hoy
En este arreglo disparejo en el que vivo
En este paralelo del exilio en el que me sueño
En este viaje inconcluso en que me pienso
Entre el pasaporte de ser desconocido
Y la visa sencilla del anonimato
Para ser feliz
Y
En una noche de calor aparecio en mi vida
Alguien que desconocia mi equipaje
Y aun asi dejo crecer su hambre
Para yo alimentarlo con todas las lecciones
Que en tantos años de escuela
Aprendi
O me enseñaron!
Jimmy lam
Spring 1996
Del primero aprendi
La trigonometria de las sabanas
Es decir
Que la cama no era tan solo un angulo agudo
Sino un teorema irresuelto de pasiones
Su nombre
No importa hoy
Siempre doblemente vehemente
Abrasivo
Exponente
El me hizo calcularle la raiz cuadrada
A mi aparente destino
Y se alejo cuando las matematicas
Le fallaron a su calculada estrategia
Leccion #2
Después
Me llego una catedra de anatomia
Un hombre tan hermoso y perfecto
Que cada músculo
Merecia una rosa o una caricia al menos.
El me enseño a encontrar un nuevo nervio
En el tendon de la paciencia
Y a respetar la diferencia
Entre manzanas y cebollas
Explicandome que aunque ambas rojas
Una daba lagrimas y la otra jugo
Un largo dia arreglo papeles
Hizo maletas
Busco visa
Y se largo como era necesario y prudente
Leccion #3
Harto de esperar un regreso sin avisos
Y frustrado por la espera y sus vaivenes
Me inscribi en la universidad de las dudas
Es decir
Me enamore otra vez
Tome el entrenamiento
Que solamente un maestro como aquel podia ofrecer
Con el estudie la profesion de la mentira
La geografia de la infamia sin fronteras
Con el memorize el territorio del miedo
Y examine el cinismo de sus maquinaciones
Esas fueron las mejores lecciones
Que para vivir
Y amar pude alguna vez estudiar
Leccion #4
Que mejor para poder amar
Que saber a que sabe el odio!
Leccion #5
Hoy
En este arreglo disparejo en el que vivo
En este paralelo del exilio en el que me sueño
En este viaje inconcluso en que me pienso
Entre el pasaporte de ser desconocido
Y la visa sencilla del anonimato
Para ser feliz
Y
En una noche de calor aparecio en mi vida
Alguien que desconocia mi equipaje
Y aun asi dejo crecer su hambre
Para yo alimentarlo con todas las lecciones
Que en tantos años de escuela
Aprendi
O me enseñaron!
Jimmy lam
Spring 1996
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